IMPROVISACIÓN: concepto
Básicamente, explicar el concepto de improvisar sería definir lo que significa crear sin preparación y sin correcciones de los elementos que se utilizan, sean melódicos o armónicos. Pero esto se presta a muchas variantes, porque no hay una sola forma de improvisar.
Lo más común cuando se habla de improvisar, es asociar el concepto al jazz, más precisamente a los llamados SOLOS, en donde cada instrumento improvisa una melodía sobre la armonía preestablecida del tema, durante los compases que se le indican. Lo que pasa en estos casos, es que hay que conocer el estilo dentro del cual se va a improvisar, además de las escalas de improvisación, los arpegios y recursos melódicos que debemos estudiar previamente.
Con esto obtengo varios elementos de guía que me sirven para saber qué debería incluir en la improvisación y qué no. Estilo, forma de frasear, la cantidad de compases que dispongo para hacerlo, la armonía, y la melodía del tema original que puede servir de hilo conductor de la improvisación.
Cada estilo dentro de la música tiene características propias, que se adquieren mucho más rápido escuchando y tocando que racionalizando o analizando. Hay yeites (fraseos típicos de cada instrumento y de cada estilo de música), reefs (frases que se repiten por varios compases) y patterns (frases armadas que pueden combinarse de maneras diferentes) que caracterizan cada estilo, y también ayudan a conocerlos. No es lo mismo improvisar bossa nova, que rock and roll, por ejemplo, y por consiguiente no vamos a tener los mismos yeites y reefs en cada estilo.
Pero hay otra forma de improvisar, más libre y más subjetiva. Dentro del instrumento de cada uno, se puede comenzar a tocar sin tener un estilo establecido, ni una armonía que nos obligue a construir la parte melódica. Esto también es una improvisación, procurando evitar corregir las cosas que no nos gusten, porque estaríamos rozando el concepto de composición. Simplemente es sentarse, y tocar, explotando el estado anímico que nos acompañe en ese momento.
Dentro de este tipo de improvisación libre, el punto está en poder trasladar al instrumento la melodía y la armonía que se nos ocurre en tiempo real. Aquí entra en juego el oído, como conexión entre lo que al cerebro se le ocurra y las notas en el instrumento.
Todos tenemos un oído que puede MEMORIZAR los sonidos de la misma forma que los ojos pueden memorizar los colores, sin que se los pueda explicar concretamente. No se puede definir qué es el color azul o qué es el DO porque se trata de abstracciones.
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